¿Joven torpe o descoordinado? El juego puede ayudar

por Paulene Kamps Biografía

Paulene Kamps

La Dra. Paulene Kamps es educadora canadiense, autora, madre de cuatro hijos y psicóloga infantil, y también cuenta con capacitación en educación física, rehabilitación comunitaria y kinesiología. Es apasionada y le encanta presentar sobre el tema de DCD; de hecho, su objetivo es educar a todos los miembros de la sociedad sobre esta condición rara vez reconocida pero creíble y muy común.

Pocas personas conocen una afección infantil seria y frecuente llamada trastorno de coordinación del desarrollo (DCD, por sus siglas en inglés). Durante la niñez, el DCD se evidencia como acciones motoras ineficientes, torpes y descoordinadas y puede afectar rápidamente el juego, el comportamiento, la regulación emocional y las habilidades de ocio.

Investigaciones revelan que la falta de coordinación también puede afectar la visión, el habla y otras habilidades de comunicación relacionadas. Además, cuando los jóvenes experimentan problemas para aprender y adquirir las habilidades motoras necesarias para el juego, el desarrollo social también puede verse afectado negativamente. Por ejemplo, los niños que no pueden correr, saltar, trepar o participar en las actividades que envuelvan jugar con una pelota con gracia y control, también pueden tropezar, caerse o luchar para conseguir jugar con los juguetes de manera controlada. Dichas dificultades motoras, las cuales son claramente observables, impactan rápidamente en las interacciones entre iguales y de esta manera, el DCD puede confundirse con autismo.

"El juego tiene un papel fundamental en el desarrollo infantil para niños descoordinados".

Aun cuando la mayoría de las personas se enfoca en la manera en que el DCD afecta el rendimiento de las habilidades motrices finas y/o gruesas, la falta de coordinación afecta muchas otras áreas de funcionamiento: en los primeros años de un niño, esto incluye la planificación motora y llevar a cabo actividades de la vida diaria (por ejemplo, comer, vestirse, ir al baño, etc.). El DCD también afecta diversas habilidades académicas (por ejemplo, caligrafía y control motriz fino necesarios en el aula), así como el enfoque visual, el seguimiento ocular y otras formas de control motor ocular necesarias para la lectura y otras actividades escolares. Eventualmente, muchos niños descoordinados pueden ser excluidos o intimidados por otros, y comienzan a desarrollar problemas serios de salud mental.

El juego tiene un papel fundamental en el desarrollo infantil de los niños descoordinados. Para mejorar y apoyar la adquisición de destreza y control motor idóneo, los padres pueden usar estos útiles consejos mientras juegan:

1. Dado que el DCD puede afectar el control motor ocular, siempre coloque su cara o los objetos de juego dentro del campo de visión de su hijo para apoyar la fijación visual. Luego, sostenga el juguete en esa ubicación y/o mantenga su expresión facial durante un largo período de tiempo mientras trabaja para obtener atención conjunta o mirada social. A medida que mueve su cara/el juguete, observe los ojos de su hijo para garantizar que continúe el enfoque visual coordinado y el rastreo. Para apoyar tales esfuerzos, cualquier movimiento debe ocurrir muy lentamente.
   
   
2. Cuando participe en el juego, use acciones manuales similares que sean lentas, exageradas y a propósito. Si su hijo no responde como se espera, vuelva a recrear los movimientos un poco más lentamente.
   
   
3. Cuando los bebés muestren interés en los juguetes y comiencen a explorar su entorno, procure colocar los juguetes en un lugar físico que esté cerca y motive los movimientos motores gruesos y finos.
   
   
4. Dado que el DCD también puede afectar la producción y articulación del habla, al interactuar con su hijo, siempre enuncie con claridad y fomente el modelado adecuado de las palabras.
   
   
5. Para fomentar el desarrollo de habilidades motoras gruesas y finas, ofrezca múltiples oportunidades para jugar con objetos grandes y pequeños.
   
   
6. Si su hijo tiene problemas con las habilidades motrices, asegúrese de enfatizar los modales adecuados, el comportamiento cooperativo y otras habilidades sociales valiosas y necesarias para mejorar las experiencias de juego.
   
   
7. Si su hijo muestra conductas/emociones negativas durante el juego, observe la situación de cerca. Intente determinar el problema subyacente: ¿está relacionado con el componente físico/motor o la planificación, secuencia, organización o velocidad de acción requerida? Luego, en función de sus ideas, modifique y respalde cuidadosamente el comportamiento de juego de su hijo.
   
   
8. Obtenga un diagnóstico que explique completamente las dificultades de su hijo para que pueda abogar por experiencias de juego saludables y exitosas a partir de ese momento.

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• Consejos para jugar:

  • Use movimientos lentos y decididos con juguetes para asegurar que el enfoque visual coordinado y el seguimiento estén sucediendo.
  • Ponga los juguetes de manera intencionada en un lugar físico que esté cerca de los más pequeños y fomente los movimientos motores gruesos y finos.
  • Para fomentar el desarrollo de habilidades motoras gruesas y finas, ofrezca múltiples oportunidades para jugar con objetos grandes y pequeños.
  • Si su hijo tiene problemas con las habilidades motrices, ensénele repetidamente los modales adecuados, el comportamiento cooperativo y otras habilidades sociales valiosas y necesarias para mejorar las experiencias de juego.
  • Si su hijo muestra conductas negativas durante el juego, observe de cerca la situación, intente determinar el problema subyacente y modifique y respalde cuidadosamente el comportamiento de juego de su hijo.