Los beneficios de jugar de manera simple
por Joyce Hemphill View Bio
Joyce Hemphill tiene un doctorado en psicología del desarrollo de la Universidad Estatal de Ohio y tiene más de 30 años de experiencia enseñando cursos de pregrado sobre desarrollo infantil, cognición y aprendizaje. Tras retirarse de la Universidad de Madison, en el 2012, Joyce se dedicó a defender públicamente la importancia del juego durante el aprendizaje.
Decidió dedicarse a defender el juego luego que el distrito escolar de uno de sus hijos eliminara el recreo de la mañana. Comenzó a organizar eventos de juego en la comunidad, hablando y escribiendo sobre el valor del juego, ofreciendo talleres sobre formas de jugar y enseñando clases sobre la importancia del juego. En la actualidad es miembro de la junta directiva de la Asociación Americana para el Derecho del Niño a Jugar y la Asociación Fox Valley (IL) para la Educación de Niños Pequeños. También sigue defendiendo el juego a través de la Coalición de USA por el Juego y escribe una columna mensual para el boletín “Playing from Scratch".
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- Ponte creativo: usa cosas reciclables y materiales de bajo costo que tengas en tu casa para jugar con tus hijos.
- Saca las pinturas, marcadores y revistas viejas y deja que tus hijos creen su propia obra de arte durante el juego.
- Invita a tu hijo a hacerse preguntas durante el juego. Por ejemplo, cuando están usando bloques, pregúntales: ¿por qué la torre se vino abajo? ¿era muy pesada?
Un niño toma una hoja de diario y la envuelve con cinta adhesiva un par de veces para crear una pelota. Luego coloca un balde en el suelo, retrocede un poco y arroja la pelota de papel al balde, creando así su juego. El niño se reta a sí mismo para ver cuántas veces puede embocar la pelota, y luego le pide a otros que compitan con él para ver si puede sobrepasar su propio récord.
La creación de un juego de lanzamiento simple como éste (el explicado en el párrafo anterior) requiere: coordinación bilateral, habilidades de comunicación, toma de decisiones, coordinación ojo-mano, habilidades motoras finas y gruesas, paciencia, comprensión de relaciones espaciales, toma de turnos y suma de resultados. Cuando emboca en la canasta, el niño adquiere confianza y aumenta la autoestima. Cuando no logra embocarla, el niño tiene la oportunidad de aprender cómo manejar la frustración y cómo reflejarla, evaluarla y ajustarla.
“Extiende la experiencia de juego de tu hijo al ofrecerle la oportunidad de explorar colores, texturas y patrones…”
Pero el aprendizaje y los beneficios no se detienen allí. El juego es un espacio natural para el aprendizaje práctico, utilizando métodos de investigación científica. Los padres pueden mostrarles a sus hijos su curiosidad interior preguntándose en voz alta: "¿el tamaño de la pelota de papel hace una diferencia? ¿El peso de la pelota hace diferencia? ¿Tiene que ser una esfera? ¿Qué pasa si el diario se pliega en forma de cubo? ". Habla con tu hijo sobre las formas en las que pueden probar estas diferencias y juega con él, arrojando pelotas de papel de diferentes tamaños, pesos y formas al cubo o balde. ¿Fue más fácil o más difícil? ¿Por qué?
Una vez que el juego haya terminado, extiende la experiencia de tu hijo con la pelota de papel, brindando la oportunidad de explorar colores, texturas y patrones, sacando pinturas, marcadores, revistas viejas, hilo y otros materiales para embellecimiento. Deja que la pelota sea un lienzo en blanco para que el niño ponga en acción su expresión creativa y exploración. Asegúrate de permitir que el niño se tome su tiempo y haga un poco de desorden, ya que el proceso creativo requiere de ambos.
Crear juegos y jugar con cosas que se encuentran en la casa, como productos reciclables y materiales de bajo costo, también enseñan a los chicos mensajes sociales importantes. Por ejemplo, convertir un periódico en una pelota ilustra que la práctica de reutilizar se aplica al juego. También demuestra que divertirse no tiene que costar dinero.
Cuando los niños crean y juegan, ejercitan su creatividad, desarrollan habilidades para resolver problemas, experimentan un mundo de descubrimientos y se expresan. Brindar a los niños la experiencia de jugar con cosas básicas les ofrece oportunidades para desarrollar una serie de destrezas y habilidades que les serán útiles durante toda su vida.